martes, 22 de septiembre de 2015

SYRIZA: MOLDEANDO LA VOLUNTAD DEL PUEBLO GRIEGO

Lo primero de todo es reconocer que las decisiones que tienen que tomar los gobiernos de Grecia desde su primer rescate en 2010 hasta el tercero en 2015 no son plato de gusto. Son cuestiones complejas y trascendentales para todo su pueblo, y quienes deciden al respecto están sometidos a muchas presiones y aún más dudas. Ello no quita para que se intenten explicar y debatir las alternativas, que las hay.
Cuando Tsipras y Syriza aceptan el tercer rescate a Grecia en julio pasado, de acuerdo con las condiciones de la troika y en contra de lo expresado por el pueblo griego una semana antes en referéndum, manifiesto mi contrariedad por lo que entiendo que es una decisión unilateral al margen del mandato de su pueblo. Además señalo lo que a mi juicio es una actitud “comprensiva” por parte de IU y Podemos desde España. http://gregoriolopezsanz.blogspot.com.es/2015/07/podemos-e-izquierda-unida-comprensivos.html
En agosto, cuando Tsipras dimite y convoca elecciones anticipadas, creo que pretende enmendar en parte esta traición a su pueblo. Al ser consciente de que ha actuado de manera desleal con la voluntad popular mayoritaria, convoca elecciones con un tema central: ratificar la política de hechos consumados en la aceptación del tercer rescate y conseguir la legitimidad necesaria para aplicarlo en los próximos años. Pide para ello “una segunda oportunidad”. El 20% del censo total de electores griegos (el 35% del 57%, 35% de los votantes de Syriza sobre el 57% de participación) concede esa segunda oportunidad que se traduce en una mayoría absoluta en el Parlamento con el apoyo de 10 diputados/as nacionalistas . A partir de ahora, nada que objetar para que siga adelante la aplicación del tercer programa de rescate con las correspondientes políticas austericidas. Así lo ha decidido el pueblo en unas elecciones generales.
Era de los que deseaba que Syriza y Tsipras hubieran utilizado todo el respaldo ciudadano mayoritario con que contaban para haber planteado alternativas de ruptura a la dictadura del gran capital multinacional personificado en la troika.  El plan B que flotó en el aire durante las negociaciones del tercer rescate era la salida del euro. No hubiera sido una panacea para afrontar la crisis profunda del pueblo griego, pero le hubiera permitido mantener su dignidad, respirar y tomar las riendas de su propio destino. No sería el único país de la Unión Europea que pudiendo tener el euro como moneda decide tener la suya propia y no renunciar a la soberanía monetaria (caso de Reino Unido, Suecia y Dinamarca).
ESTA EUROPA está agotada, y a pesar de ello le insuflamos oxígeno cada vez que asumimos a pies juntillas las políticas que dicta para los países más empobrecidos de su sur y de otros sures. Pienso que la ruptura no es el principio del caos, sino el final de la esclavitud. Ahora bien, es el pueblo quien debe reflexionar, desear y construir ese nuevo espacio de libertad, y hoy por hoy la mayor parte de la ciudadanía y los principales partidos políticos europeos no están por la labor. Se limitan a gestionar el status quo y las leyes que lo apuntalan. Para ellos/as NO HAY ALTERNATIVA y entonces, un robot sin alma adecuadamente programado (como la troika), puede regir la política económica sin que sea preciso siquiera convocar a la ciudadanía a través de elecciones.

jueves, 3 de septiembre de 2015

AGUA Y SOL: ESCLAVITUD Y MUERTE

6 de agosto de 2015. 40 grados centígrados a la sombra. 14,45 horas. Gran finca de regadío cercana al puente del Júcar sobre la carretera nacional 322. Medio centenar de personas de origen subsahariano recolectan cebollas. Otra decena más apuran sus bocadillos bajo la sombra de dos pinos piñoneros, prestos para incorporarse a la tarea.
Este es el destino de muchas personas inmigrantes que llegan a Europa.
A otras muchas, en su camino, las ahogamos en el mar o las asfixiamos en contenedores.
A muchas más todavía las esclavizamos directamente en sus países de origen produciendo los artículos que abarrotan los estantes de vidas vacías en el Norte.
Y como colofón de la desvergüenza, vendemos armas para que donde antes había paz ahora haya muertos cuya vida valía menos que la bala que se la segaba.
Transitamos por la infamia cuando la cuneta de nuestro camino está repleta de desposeídos, de un reguero de muerte y desolación. Cuando la inmensa mayoría de la humanidad no tiene posibilidades de abrir estelas hacia una vida digna. Como señala Arnaud Montebourg (2011) en su libro ¡Votad la desglobalización!, “El ciclo loco de la globalización es un pozo sin fondo, una máquina desajustada cuyo carburante es encontrar continuamente gente más pobre y más dócil”.
En casa y en la escuela, en el pueblo y en la ciudad, nos hemos dejado invadir por un capitalismo inhumano, por un motor de generación de desigualdades aberrantes que como lubricante utiliza sangre humana.
Todos/as alimentamos esta globalización asesina. O nos bajamos de ella y comenzamos a construir nuevas formas de vida amables con todas las expresiones de la vida, o no deberemos lamentar tanta muerte e injusticia, tan sólo asumir que son la consecuencia criminal de nuestro propio modo de vida.