martes, 28 de marzo de 2017

LAS TIERRAS RARAS, EL CEMENTERIO NUCLEAR Y LA UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA

La empresa Quantum Minería lleva tiempo intentando conseguir el permiso para la explotación de minería de tierras raras en el Campo de Montiel de Ciudad Real. La mayor parte de la ciudadanía, las empresas agroalimentarias y los colectivos sociales de la zona están organizados oponiéndose a esta actividad minera por entender que hipoteca el futuro de esta comarca. Ayer, la UCLM firmó un convenio con Quantum Minería para la constitución de la Cátedra Quantum y de dos aulas Universidad-Empresa para la formación e investigación en el ámbito de los recursos minerales y naturales. Quantum aportará a la UCLM 50.000 euros/año durante un período de tres años. No me consta que Quantum tenga firmados convenios de naturaleza similar con otras universidades españolas.
 
El 30 de diciembre de 2011 el Consejo de Ministros del Gobierno de España decidió que la Empresa Nacional de Residuos Nucleares (ENRESA) construyese un cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca). Esta decisión fue tomada en contra de la voluntad de la mayoría de la población y del tejido socioeconómico del entorno del emplazamiento elegido. Apenas dos años después, en junio de 2013, ENRESA firmó un convenio con la UCLM para la creación en su seno de la Cátedra ENRESA de investigación y divulgación en materia de medio ambiente. Desde entonces hasta hoy cada año ENRESA ha aportado 100.000 euros a las arcas de la UCLM. Sólo hay una Cátedra ENRESA más en España, en la Universidad de Córdoba, provincia donde se ubica el almacén de residuos nucleares de baja y media actividad de El Cabril.
 
En ambos casos el actual gobierno de la JCCLM se ha manifestado en contra de que tales proyectos lleguen a materializarse. Ante el cementerio nuclear con una postura absolutamente contraria y beligerante con el Gobierno de España. En el caso de la minería de tierras raras de forma más ambigua y dubitativa. Se produce así una clara divergencia respecto a los escenarios de futuro posibles para estas dos comarcas. La JCCLM es partidaria de no desarrollar estas actividades de gran impacto ambiental y potencial riesgo para la salud de las personas. La sociedad organizada de ambos territorios no se cree los cantos de sirena de los megaproyectos que les quieren “vender” y se opone abiertamente a los mismos. Por el contrario, la UCLM, de manera indirecta a través de la firma de convenios de colaboración con las empresas promotoras de estos proyectos, se posiciona a favor de su implantación.
 
En los años que han seguido a la crisis de 2008 se han producido importantes recortes en la financiación de los servicios públicos españoles. En el ámbito universitario, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha sido la universidad pública española que más ha visto reducida la financiación, concretamente por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCLM) en los años en que esta administración era gobernada por el Partido Popular. Ello ha incentivado a que para mantener sus actividades de investigación y docencia, la mayor parte de las universidades públicas hayan intentado compensar esta merma en la financiación pública mediante la firma de convenios de colaboración con diferentes empresas.
 
El artículo 2.1.e de los Estatutos de la UCLM establece como uno de sus fines “El apoyo científico y técnico al desarrollo cultural, social y económico, con atención singular a las demandas particulares de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha en cuyo ámbito territorial está ubicada”. Pienso que los dos casos expuestos con anterioridad invitan a revisar la estrategia de la UCLM en cuanto a la firma de convenios de colaboración con empresas públicas o privadas, precisamente por no tratarse de demandas concretas de la mayoría de la ciudadanía castellano-manchega, sino todo lo contrario, por ir en contra de sus deseos respecto al desarrollo futuro de esta tierra.