sábado, 3 de enero de 2009

LOS PRIMEROS 10 AÑOS DE ATTAC

A continuación transcribo una nota de prensa de ATTAC sobre su décimo cumpleaños, que ha coincidido con una profunda crisis cuya gestación fue alertada por esta organización sin demasiado eco entre quienes tenían responsabilidades políticas para haberla frenado. Y ahora, estos mismos responsables no paran de decir que la crisis ha sido totalmente inesperada y sin mediar aviso. Pues que entren en la web de ATTAC http://www.attac.es/ y se enteren de todo lo que se viene moviendo desde hace una década.

ATTAC. Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras Especulativas y la Acción Ciudadana (1998-2008)
Mientras celebramos nuestro décimo aniversario y miramos con optimismo al futuro, en Attac no podemos saber cómo las generaciones venideras juzgarán nuestras ilusiones y esperanzas, nuestras luchas y compromisos. Pero para todos los que nos hemos unido al movimiento internacional Attac, es difícil escapar al sentido de la historia, de pertenecer a un compromiso original con objetivos, reveses y logros difícilmente imaginables en el pasado.
Nuestros logros en los últimos diez años
Quizás la primera lección de esta primera década de Attac es que hemos acertado en desconfiar de la globalización neoliberal. Los mercados financieros liberalizados y no regulados han conducido claramente a un desastre social y medioambiental y a un deterioro de la democracia. Durante esta década, nuestros adversarios se han dedicado a desmentirlo, negándose a ver, y mucho menos advertir las crisis, beneficiándose incluso de ellas cada vez que ha sido posible. Nosotros supimos ver las crisis que se avecinaban y propusimos vías para evitarlas.
Cuando se fundó Attac había pocas organizaciones trabajando en asuntos concernientes a la globalización y la población no se encontraba muy concienciada del proyecto neoliberal. Comenzamos a trabajar inmediatamente en pro de la justicia social y económica, y aunque pueda parecer que nuestros propósitos siempre estarán pendientes de cumplirse, hemos experimentado importantes logros. Hemos conseguido arrojar arena a las ruedas que hacen avanzar la ofensiva neoliberal en diversas parcelas. El neoliberalismo está desacreditado en amplios sectores de la población y no tiene respuestas a las numerosas crisis. Las instituciones clave del neoliberalismo están desorientadas (el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial). Junto con muchos otros grupos que luchan contra la expansión del comercio y la inversión en la liberalización, hemos contribuido a llevar a punto muerto las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC. En Europa, ayudamos a bloquear la constitución neoliberal europea y su hermana sucesora, el Tratado de Lisboa, en Francia, los Países Bajos e Irlanda. Las secciones nacionales y locales de Attac consiguieron conectar sus campañas internacionales con las luchas locales y nacionales, lo cuál ampliaba nuestras alianzas. Además, las secciones locales de Attac evitaron que numerosos servicios públicos se privatizaran.
Junto a estos éxitos, hemos propuesto alternativas económicas y hemos logrado, en esta primera década, dar algunos pasos hacia nuestras tres demandas iniciales. La tasación internacional está en la actualidad en la agenda de las Naciones Unidas y ya se han tomado las primeras medidas. Tristemente y a pesar de todo esto, poderosos intereses continúan bloqueando la tasación de las transacciones financieras. Se ha conseguido la cancelación de parte de la deuda, pero sigue siendo insuficiente considerando la ilegitimidad de la deuda pública. Los paraísos fiscales, antes casi desconocidos, se han destapado, avergonzando a las autoridades y causando repugnancia a los ciudadanos de a pie.
El movimiento altermundista ha contribuido a cambios fundamentales en la política interna de varios estados. Países como Bolivia, Noruega, Venezuela, Ecuador y Brasil han elegido a gobiernos con programas que tratan de romper con el neoliberalismo y la privatización. Attac ha logrado defender los derechos de personas bajo condiciones difíciles en países en los que las libertades civiles no están garantizadas. Al mismo tiempo, buena parte de nuestro trabajo está dirigido a los países ricos, cuyas agresivas políticas neoliberales comprometen a las futuras generaciones a nivel local y violan los derechos humanos de los más pobres a nivel global.
Luchamos por la paz y contra todas las nuevas guerras; actuamos conforme a la solidaridad internacional; extendemos la mano a través del vacío que se ha creado entre el Norte y el Sur y hacia nuestro maltratado planeta; de hecho, estos son nuestros recursos y nuestra riqueza. Attac ha contribuido significativamente a nivel global al Foro Social Mundial y a los innumerables foros sociales que se han creado en cada contexto geográfico. Docenas de redes temáticas han nacido de estos foros sociales y han movilizado a la sociedad civil y a los movimientos sociales más allá de las fronteras. Hemos experimentado nuevas formas de organización o, según algunos, de desorganización, pero creativamente. Nos hemos mantenido en la no violencia, cualesquiera que fuesen las provocaciones que usamos para arremeter contra nuestros adversarios.
Sea donde sea que los seres humanos se organizan con algún fin, se cometen errores, y nosotros los hemos cometido. Attac ha sido tentada en todas partes de abarcar demasiados aspectos. Debido a que todo está interconectado, demasiado a menudo hemos sucumbido a la tentación de “ser todo para todos”. La coordinación de nuestras numerosas campañas internacionales han exigido un gran esfuerzo a nuestras bases.
Nuestros retos en los próximos años
Hoy día nos enfrentamos a una multiplicación sin precedentes de crisis globales. Las crisis financieras se propagan. La especulación ataca a sectores vitales como la tierra, las materias primas y los alimentos. La explosión del poder financiero no regulado y las otras políticas neoliberales de la mayoría de los países e instituciones internacionales (como la OMC, el FMI y el Banco Mundial) contribuyen a empeorar la ya terrible situación de hambre en el mundo debido a la subida de los precios de los alimentos.
Además, la humanidad se encuentra ahora amenazada por las profundas crisis ecológicas: cambio climático, una pérdida de la biodiversidad nunca antes vista y la degradación de los recursos naturales. Todo esto está estrechamente conectado con la globalización neoliberal, que no protege nuestros bienes públicos, sometiéndolos en su lugar a la lógica hegemónica de los beneficios de las finanzas.
La misma lógica de la globalización capitalista ha ahondado en las desigualdades, tanto a nivel internacional como dentro de cada país. Las crisis financieras y alimentarias han agrandado las diferencias ya existentes. Las nuevas desigualdades se corresponden con el aumento de los beneficios de los pequeños grupos de propietarios del capital, en detrimento de millones de personas en todo el planeta. No cabe duda de que la crisis ecológica dejará más a la vista la disparidad entre aquellos que pueden protegerse contra dicha crisis y aquellos que no. Las soluciones a estas crisis deben ser sistémicas y tienen que tomarse a nivel global. La única vía para acabar con ellas es romper con las políticas neoliberales y establecer verdaderas instituciones democráticas que guíen la economía global.
Dada la profunda crisis de la globalización neoliberal, Attac debe aparecer en la próxima fase organizando y promoviendo alternativas. Siempre hemos respondido a las crisis neoliberales a través de la “educación popular dirigida a la acción”. Informar sobre el cambio social y ocuparse de una acción coordinada con tantos aliados como podamos convencer seguirán siendo elementos clave de nuestro trabajo y estrategias. Una coordinación internacional más profunda será cada vez más importante para vencer en nuestras campañas en pro de un control democrático y un desarme de los mercados financieros y del comercio. Un reto clave durante los próximos años será hacer más global el movimiento altermundista que saque la fuerza necesaria de cada uno de los grupos que operan a nivel local y nacional.
Las consecuencias de la globalización han probado que van más allá de las finanzas y el comercio. El bienestar de la población en un planeta limitado nos obliga a cambiar radicalmente las formas de consumo y de producción: la economía debe organizarse y regularse para responder a las necesidades reales de las personas. Trabajaremos hacia las alternativas económicas y respaldaremos una economía basada en derechos sociales y medioambientales para todos. ¡Otra economía es necesaria! ¡Otro mundo es posible!

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